Me acuerdo de la primera vez que escuché cantar a Aquilino, fue La Golondrina. Tenía la voz aguda, finita, un poco estridente incluso. Al poco entre risas y ejercicios de técnica vocal su voz se transformó totalmente para convertirse en lo que vamos a escuchar hoy. Yo me siento muy orgullosa de su evolución y muy feliz por compartir un ratito agradable con él cada semana. Espero que disfrutéis mucho de escucharle.